jueves, 7 de enero de 2010


Desdibujando sueños


Te llevo tan adentro que es tortura
tu presencia en mi alma enamorada.
Es una espina honda y tan clavada
que mata sin remedio mi cordura.

Espero tu llegada con premura
y pasas sin mirarme en la alborada,
por qué hiere el amor cual dentellada
a quien lo espera llena de ternura.

Desdibujando sueños lloré tanto,
que el mar dejó sin lágrimas mi llanto,
y está sellada toda mi quimera.

No renuncio al amor, del alma brota
inundando pasiones gota a gota.
¡Oh Dios! qué soledad la del que espera.

Adelaida Hidalgo



Como antes

Bajo la vieja parra, recostada,
en calurosa noche de verano,
se oyen cantos de un grillo muy lejano
que invita a dormitar ensimismada.

Recuerdos de tu imagen añorada
me llegan a raudales, y mi mano
dibuja tu figura, el pelo cano,
trazando el sueño azul de tu mirada.

Ven conmigo, a mi lado madre, quiero
contarte tantas cosas, como antes...
abrir mi corazón siempre sincero.

¡Nostalgias de esos días soñadores!
mis ojos en los tuyos anhelantes
llenabas con tus besos de colores.

Adelaida Hidalgo

miércoles, 1 de julio de 2009



6º soneto

Hoy la mar se ha vestido de colores
y todo lo que arrastra huele a vidas,
ha cambiado las penas, las heridas,
por esperanzas llenas de primores.

Hoy la mar, se ha llenado de cantores
que felices entonan, ya transidas
entre olas, las especies protegidas,
liberadas de tantos opresores.

Las Sirenas entonan dulces cantos,
todo el mar esta lleno de pureza,
la sombra, se hizo ya luz cegadora.

Ya mi barca navega sin quebrantos
la noche lentamente despereza
y me dibuja el mar su nueva aurora.



1-6-09


Adelaida Hidalgo

martes, 16 de junio de 2009


5º soneto

Si pudiese atrapar rayos de sol
y a escondidas prenderlos en tu pelo,
todas mis largas noches de desvelo
fundiría con fuego en un crisol.

Si pudiese grabar en tornasol
mis dudas, mis temores y mi anhelo,
formaría con ellos en el cielo
un rosario de cuentas de resol.


Si pudiese mi amor tornar destinos
y a las nubes o al sol de amanecida
trepar hasta encontrarnos tan unidos,

que ni el tiempo, la escarcha o la mordida
pintarían en viejos pergaminos
crepúsculos de nuestra despedida.



Adelaida Hidalgo

viernes, 29 de mayo de 2009




4º soneto
Dame tu luz

Recorro cada día con mi pena
veredas y caminos solitarios
como marcho sin guía, son calvarios,
al no encontrar el norte, mi condena.

¿Podré quitarme ahora esta cadena
que tú y yo nos pusimos voluntarios
y salir de esos mundos temerarios
que de angustia y martirio tanto llena?

Me venciste, lo sé, he de aceptarlo,
mas quiero terminar hoy mi amargura,
pondré fin al desorden de mi vida.

El tiempo que me quede he de pasarlo,
en paz conmigo misma, y segura.
¡Señor dame tu luz, cura mi herida!


Adelaida Hidalgo


3º soneto


Contemplando sus sierras plateadas
y el verdor ceniciento en los olivos,
hoy me traen recuerdos, aún vivos
de las tardes de mayo soleadas.

Las golondrinas vuelan afanadas,
hacen nidos de arcilla llamativos,
en ellos crían pollos afectivos,
y cantan serenatas floreadas.

En esta primavera de colores
las rosas, los claveles y el tomillo,
alegran y perfuman los sentidos.

Y vuelvo a recordar viejos valores,
recorro mi niñez con fugaz brillo,
y vuelvo a retomar años perdidos.

5-5-09

Adelaida Hidalgo


2º soneto


Te marchaste un catorce de febrero
llevándote mi mundo en la mirada,
el velo de tu alma despiadada
rompió mi corazón con un te quiero.

Lloré, lloré y lloré, ya nada espero,
flota en mi soledad la madrugada,
y el rumor de la lluvia perfumada,
sopla en mi corazón, sin un te quiero.

He pasado las horas meditando
recordando los días y la noche,
que marchaste, dejándome tu magia.

Mi vida poco a poco fue cambiando,
ya resuenan clarines en la noche
y su música todo lo contagia.

2-5-09

Adelaida Hidalgo